miércoles, 26 de julio de 2023

Cómo las Fake News y la Posverdad nos vuelven nihilistas (según Nietzsche)

Los términos fake news y posverdad han tomado gran relevancia estos últimos años, principalmente como una consecuencia de la masificación de los medios y la dominación de las redes sociales. Su proliferación ha provocado importantes desafíos en la época contemporánea, entre ellos, el efecto que tiene en las audiencias respecto a sus capacidades de discernir entre los hechos verdaderos de las fabricaciones.

Nietzsche tenía una perspectiva muy particular de la verdad, postulando la polémica tesis de que solo existen interpretaciones, y que no hay tal cosa como una verdad universal, lo cual, según su punto de vista, sería un trascendentalismo que pierde su significado con el advenimiento del nihilismo: filosofía que advierte un vacío de valores auténticos, la cual además, según varias fuentes entendidas, estaría dominando nuestro occidente posmoderno. Por lo tanto, es interesante hacer el ejercicio de preguntarse cómo Nietzsche aplicaría su propuesta de transvaloración en la actualidad, con la gran influencia que tienen los medios masivos en los individuos y sus búsquedas de verdades.

A través del prisma de Nietzsche, este ensayo argumenta que la difusión de las fake news y la cultura de la posverdad en los medios de comunicación masivos socava la búsqueda de verdades y significados auténticos, generando un estado de apatía nihilista en la sociedad contemporánea, pero también abre la posibilidad de reevaluar y reconstruir nuestra relación con la verdad y los valores en la era de la información.

miércoles, 31 de mayo de 2023

Antropología de buses

 Buses Talca Paris y Londres

Andar en bus es estar en un limbo de tres horas y media. Los pensamientos quedan con una textura empalagosa de leche condensada. Lo bueno es que hay experiencia. Nunca es mala la experiencia. 

Tras incontables viajes de ida y vuelta entre findes, me recibí como antropólogo experto en buses; atómica área de especialización cuyos bordes teóricos van desde el baño, al ladito de la entrada, hasta el último asiento, que me pertenece. 

No pienso compartir demasiados conocimientos. Aun así les pongo un ejemplo: 

En un viaje de Santiago a Talca, el 24 de junio del 2022, me encontraba mirando desde la ventanilla a las palomas del Terminal Sur. De repente, las voces de dos ancianos captaron mi atención: un señor y una señora. No se conocían pero les tocó sentarse juntos. Él era hablador como taxista provinciano. La señora solo empatizaba, con mínimo entusiasmo, ante la biológica necesidad de ser escuchado.

—Yo tengo diabetes, me cortaron este dedo…

En cierto momento la señora intentó sacar el reposapiés. Yo, en un patético esfuerzo por colarme en la historia que se desarrollaba a mi izquierda, me incliné y le dije que debía sacar el cosito del gancho. “Gracias lolo”, me dijo ella. Reanudaron la conversación y yo volví a mi papel de comentarista metafísico.

De repente, un milagro. Encontraron un punto en común que prendió el mechero de una conexión más recíproca: ambos habían perdido a sus hijos mayores.

A la altura de Buin, el caballero relataba cómo su hija salió eyectada de un parabrisas. Tenía 17 años y volvía de una fiesta de graduación junto a una amiga. La señora solo mencionó que un cáncer se llevó a su cabro. 

Nunca observo cosas así cuando viajo desde Talca hasta Santiago. Solo abrazos. Siempre veo familias que se despiden con abrazos antes de partir el viaje. Abrazos largos. Abrazos precavidos, intuyo, por un atisbo de muerte hipotética.

Como talquino, mi deber es burlarme de mi condición de talquino. Pero al mismo tiempo, confieso que me gusta mi ciudad y su terminal de buses.

Antes no. Pero todo cambió cuando esa soledad, que solía ser una añoranza, se volvió un tsunami negro de objetos y rostros perdidos. Empecé a extrañar mi escritorio, mis espejos, mi perra, sus ladridos, las comidas, mi madre, los amigos.

Todo lo que acabo de confesarles, me ha llevado a incurrir en incontables prácticas anti-éticas como antropólogo de buses. La peor de todas: una nostalgia degenerada, maulina y disfrazada.

viernes, 12 de mayo de 2023

Pensando y escribiendo mierda (escritura automática)

Escritura automática del 11/07/22


La escritura automática o el fluir de conciencia es el proceso o resultado de la escritura que no proviene de los pensamientos conscientes de quien escribe. Es una forma de hacer que aflore el inconsciente. Consiste en situar el lápiz sobre el papel y empezar a escribir, dejando fluir los pensamientos sin ninguna coerción moral, social ni de ningún tipo. El objetivo es alejarse totalmente de la razón. En ocasiones se realiza en estado de trance, aunque no es necesario que sea así.]

Nota del autor: por favor, abrir todos los enlaces adjuntos.

Pienso en lo que escribiré a continuación para completar el seco blanco mundano y profano de un papel envuelto en escupitajos de los espíritus de pensamientos demiúrgicos. Me pregunto qué tan honesto estaré siendo en estos momentos al unir la regurgitación de colillas de cigarrillos metafísicas de ideas dispersas y ya fumadas hace cualquier rato, medianamente fabricadas y soldificadas en el molde de mi vanidad, de mi orgullo como el rocío de la cursilería freudiana, o almenos el intento de ésta. 

 

Me pregunto qué tan conectado estará el cordón umbilical de mis facultades mecánicas con la fuente primigenia del primer pensamiento, madre de la madre de la idea. Hilo de la hilera primera que cubre el manto oscuro de mi hoguera. Siembro la primera palabra del hombre que se alimenta de escupitajos metafísicos. El hierro azul de la tinta vecina empuja estas palabras esclavas. Ahora bien, no debo olvidar que este laboratorio condensado de líneas (no cocainómanas) deben ser los sucesores de un ideal profundo, quizás un ser mitológico que nace cada 20 o 30 días del puñal certero de un abrelatas o de las velas salvajes arrebatando la dulce oscuridad de los ángeles torpes que tropiezan en charcos de infierno (ej: Los Ángeles Negros, icónico grupo musical de la nueva ola shilena).

 



El punto es ese. Que se me está acabando la tinta y de pronto me voy a exacervar y exaltar por la falta de un susurro festivalero y esquizofrénico en mi estuche imaginario. Porque todo es imaginario y nada tiene un hogar en la iglesia de la palabra al reunir los ángeles y santos anteriormente mencionados. Subrayo con un fervor totémico los alcances de un puéril artefacto de ideas llamado José Ignacio López Alquinta. Un ejercicio meditativo que se oculta tras los conectores abusados en esta guerra de neblina transcurriendo en mi cerebro.

MALDITAS SEAN AQUELLAS BESTIAS QUE SE TOMAN LOS BASTIONES DE MI LENGUAJE, RELLENÁNDOLO CON ILUSIONES de miel y hielo fausto, de libres albedríos quebradizos de capas hiélicas.,
de asuntos determinados por burócratas de butacas de tenedores, y en fin, y así, se vislumbra el final del recorrido.

Por favor bájese de la estación caballero o tendremos que llamar a seguridad. 

Fin.



 

 

 

domingo, 21 de agosto de 2022

[Crónica] Se acabó el tiempo de los lindos ideales: la Rock & Pop y Raras Tocatas en el nuevo milenio

Los 2000 recibieron a la radio con un cambio de gustos generacionales, lo que generó una crisis en su misma identidad. Desde la época dorada de los noventas, con la dirección de Marcelo Aldunate, hasta los difíciles fines del 2010 con Jorge Lira, se entrelazan varios hitos, oportunidades e intentos de reflote en su icónico programa “Raras Tocatas Nuevas”.

 

Los cuatro integrantes de “Polter” finalmente estaban ahí, en el mismo subterráneo donde tocaron Los Tres y Los Bunkers hace años atrás. Esos jóvenes de Ovalle que habían apostado al todo o nada con su banda, llegando incluso a mudarse en conjunto a una bodega de Providencia, veían como las puertas se abrían tras ser invitados al programa “Raras Tocatas Nuevas” por ganar el concurso de Nación Rock & Pop.

Mientras tocaban en vivo “Estrella” y un cover de “Solo Pienso en Ti”, desde la sala de control los acompañaba un hombre de barba y polera estampada con el logo de Cartoon Network: Jorge Lira, conductor del programa en ese momento del 2005, impulsor de Nación R&P, y quien dentro de once años se convertiría en el nuevo director de la radio. Posteriormente sería testigo de su crisis en identidad y sintonía, lo que conllevó a recortes de presupuesto y despidos masivos, incluyéndole.

—Me llamaron para hacerme cargo de un proyecto que iba a la deriva —comenta en pleno 2022 el actual periodista de Cooperativa—. Rock & Pop había perdido su espíritu.

“Se acabó el tiempo de los lindos ideales”, dice el coro de Calibraciones de la banda Aparato Raro. En el caso de la Rock & Pop, esos ideales vivieron en su primer espíritu, durante los años noventa.

El legado de Marcelo Aldunate

La impotencia que llevó a Aldunate a renunciar de la Radio Tiempo se gatilló cuando su director, sin previo aviso, cortó una canción que colocó al aire con el pretexto de encontrarlo “rasca” al ser un tema en español. Después de ese incidente, Marcelo Zúñiga, director de Radio Cooperativa, lo invitó a participar en su nuevo proyecto, en plena etapa de gestación. En diciembre de 1992 fue nombrado director de la Radio Rock & Pop, y el resto es historia.

sábado, 16 de julio de 2022

[Cuento] Cuando conocí a Margot

 


 Por supuesto que conocí a Margot. Fue alguien esencial en la memoria de Chile. En mi memoria también.

Guardo con mucho cariño esos años en Linares. Yo era una mocosa. El aroma de las uvas flotaba en mi jardín, como ánimas habitando las parras. El canto de los gorriones ambientaba el exterior. Y adentro resonaba el ruido inquieto de una multitud. Aplausos, chiflidos, guitarras. Mi padre me tenía prohibido entrar, así que me resignaba a pasar largas y tediosas horas sentada afuera del recinto, jugando con una vieja guitarra; la última posesión de mi madre antes de morir. En realidad, solo intentaba imitar a los adultos que si sabían tocar. Mientras que todos ellos se divertían allá adentro.

A cada rato se acercaba mi hermano mayor, con el único fin de molestarme. Se reía de mí por querer aprender a tocar cueca. Siempre me lo decía; “La cueca es para huasos tontos”. En cambio, él prefería arrastrarse por el patio con sus soldaditos de juguete. Usaba una ramita como metralleta y hacía como que me disparaba. Era el orgullo de su padre.

Justo andaba en eso, cuando la puerta del recinto se abrió de manera abrupta. Mi padre salió arrastrando un hombre, tomándolo de su poncho. Papá tenía unos imponentes ojos azules, siempre vestía una camisa blanca, y un corbatín amarillo. A pesar de ser el dueño de una casa de canto, era una persona muy estirada. Él odiaba ese lugar, pero lo conservaba por puro orgullo y soberbia. Ya nos lo había dicho en más de una ocasión; “Esto es un infierno, pero hasta el infierno debe tener orden, y yo se lo traeré”.

martes, 19 de octubre de 2021

[Divagación] Las cabezas derribadas de la Plaza de Armas de Talca

 

Durante la revuelta/estallido a.k.a crisis y/o revolución de octubre del 2019, uno de los lugares más afectados por los disturbios dentro de este fundo de asfalto llamado Talca, fue la plaza de armas. La peor suerte se la llevaron las estatuas….

Sí, dentro de todas las temáticas posibles que puedo tratar en un aniversario de la revuelta, voy a escribir sobre estatuas. Primero, porque siento que este basurero digital es quizás el único espacio adecuado para hacerlo, segundo, porque ya expiaré este pecado escribiendo sobre humanos derribados en el próximo aniversario que venga, tercero, porque el alma en pena de una de esas estatuas se me presentó en un sueño; no soy muy supersticioso, pero admito que tengo algo de miedo de despertar a la mañana siguiente convertido en un busto de Bernardo O’Higgins.

En fin, como te decía, las personas que derribaron estas tristes criaturas de mármol parecieron ser sumamente selectivos. Mutilaron a dos soldados de apariencia medieval europea, y además derribaron a un cardenal que nunca me cayó muy bien cuando lo veía mientras paseaba por el centro. Pero dejaron intacta, y ojo con esto, INTACTA a una estatua que representa a Deméter, la diosa madre de la agricultura y el ciclo renovador de la vida y la muerte. Asesinaron a los soldados que con espada y escudo protegían la perdurabilidad de la plaza de “ARMAS”, y en cambio, protegieron a la fuerza femenina que reemplaza inviernos por primaveras.

viernes, 16 de abril de 2021

"Aprendiz de mucho" o el mal de tener demasiadas aficiones

 


“Aprendiz de mucho, maestro de nada”. A menudo me pregunto, ¿Será esta una de esas frases duras pero verídicas que intentan ponernos los pies en la tierra, o solo será un cómplice del fetichismo de nuestra sociedad contemporánea con la especialización de los trabajos, la productividad y el ordenamiento jerárquico en todos los aspectos de nuestra vida?

Esta frase pega tan cerca del hogar por mis propios intereses dispersos -o hobbies, como diría la gente menos grave-. Y sin importar todas las ocasiones en las que me he mentido a mí mismo afirmando que las etiquetas no me definen, mi honestidad desnudada de arrogancia sabe que me encantaría ser etiquetado como escritor, ilustrador, poeta, filósofo, periodista, autor de cómics, y en la medida de lo posible, Dios todopoderoso e inmortal. Ahora, hay un enorme salto desde las etiquetas a los hechos, y a partir de ahí se debe analizar cómo armonizan o entran en conflicto esta dispersión de intereses. ¿Cuál es el límite para volverse un maestro? ¿Se encuentra en la cantidad de materias, o en tí?

Video: Así creo un personaje

 

 

En este video hablo sobre mi proceso para la creación y diseño de un personaje para el manga que estoy dibujando.