jueves, 30 de julio de 2020
COMISIONES ABIERTAS (dibujos personalizados)
lunes, 20 de julio de 2020
Polarización y fundamentalismo en el debate político a raíz de la crisis: El caso de Cristián Warnken y el mundo intelectual chileno
La tensión que se ha incubado en la esfera política desde el “Estallido social” de octubre del 2019, hasta la actual crisis sanitaria por la pandemia del Covid-19, se ve reflejada en la falta de diálogo y acuerdos entre sus actores, siendo que los momentos críticos -como el actual- son los que más requieren de estas propiedades dialécticas, si es que se desea conducir a una “armonía” que, por lo menos, intente encontrar soluciones. Esto de ninguna forma debe significar el abandono absoluto del rebatimiento de posiciones. Como establece el estoicismo, “Los conceptos de «lucha» y «armonía» son inseparables. Para el filósofo Marco Aurelio, la realidad es unión de contrarios, tensión y conflicto”[1]. El problema es cuando la tensión crece sin una armonía que le sirva de contrapeso.
Tensiones
como las que se pueden apreciar entre el presidente y el Parlamento cuando, un
lunes 22 de junio del 2020, Piñera anunció una convocación de expertos para
analizar modificaciones a cómo el Parlamento determina las leyes que son
consideradas inadmisibles. Esto se realizó justo cinco días después de que
Gobierno y oposición sellaran el acuerdo para el plan de emergencia, dando un
atisbo de esperanza al establecimiento de un diálogo constructivo.